viernes, marzo 29, 2024

Crónicas de la Isla Azul

1.- El rey regresó con gasolina «gringa»

El rey mandó hacer una encuesta para saber si la decisión de ir a buscar gasolina a Texas fue buena. Y la sorpresa se la llevaron sus consejeros, quienes por poco pierden la cabeza cuando vieron que “su ocurrencia”, no sirvió de mucho.

Los niveles de popularidad del rey, disminuyeron.

3 de cada 10, dijeron que el viaje comercial a Texas fue en vano. 4 de cada 10 respondieron que en los negocios con los gringos siempre nos va mal, y 2 de cada 10, le tundieron con mentadas de madre.

La popularidad del rey bajó, pero ya tenemos gasolina.

El rey de occidente, vecino de la isla azul, también criticó la decisión de su majestad Dondiego I, y hasta le echó en cara su falta de conocimiento en los temas de relaciones comerciales, aduanas y exportación de combustible.

Lo cierto de todo el show, es que el discurso del gran patriarca, AMLO, tiene más conexión con el pueblo de la isla, que el del propio rey.

Pese a que el gran patriarca tiene a todos limitados en la gasolina, 7 de cada 10 le aplauden y los otros 3 están casi por besarle la mano. 

Lo único aplaudible en el caso de su majestad de la isla azul, es el enlace matutino que hizo desde la sala de espera del aeropuerto internacional, como reportero novato que busca incursionar en la corresponsalía internacional. Nada mal para ser sus “pininos”.

Y mientras se producía el video del rey, un enviado del patriarca, Muaro Hernández, escribía un mensaje patriótico a los seguidores de la federación, tras asegurar que en su reino combatía a los “huachiculeros” con más fuerza y firmeza, y no había escases de combustible.

Mentira, por supuesto.

Hasta ahora no existen detenidos por “huachiculero”, ni tampoco se habla de un castigo severo a quienes conectaron sus mangueras a los ductos de PEMEX, desde las oficinas centrales de la refinería de Salamanca.

Quizás la sorpresa sea la corrupción y colusión de las corporaciones policiacas de la isla azul; quizás la novedad sea el fiscal carnal que defiende el rey con tanta pasión, pero también quizás es que los funcionarios del reino estén tan embarrado con los robos que prefieren viajar a Texas que encerrar a sus protectores.

Haiga sido, como haiga sido…el rey ya tiene gasolina.

Ahora sólo falta su pueblo.

P.D. Si no llena el tanque, mínimo duerma en Guanajuato, allá le regalan 40 litros por dormir en hotel y sin «tupperware».

 

 

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