En los últimos días, el partido Morena ha enfrentado recientemente críticas y cuestionamientos sobre sus decisiones en cuanto a la selección de candidatos en importantes ciudades de Guanajuato, como León, Silao y Guanajuato.
En León, la designación inicial de Bárbara Botello, una política con un pasado en el PRI y actualmente envuelta en procesos judiciales, así como en conflictos con medios de comunicación de gran influencia local como el periódico am, representó una apuesta controvertida que terminó siendo reconsiderada por el partido, designando posteriormente a Vanessa Montes de Oca en su lugar.
Este cambio en León podría interpretarse como un intento de corrección de rumbo por parte de Morena, reconociendo que la elección de candidatos con un historial de disputas legales y mediáticas podría minar la confianza del electorado y afectar su desempeño en las urnas.
Sin embargo, este no parece ser un caso aislado dentro de las decisiones del partido, como lo demuestra la postulación de Carlos García Villaseñor en Silao.
El alcalde, criticado ampliamente por su gestión deficiente en servicios municipales, especialmente en la recolección de basura, es otro ejemplo de las apuestas sentenciadas al fracaso que ha hecho Morena.
Este tipo de decisiones despierta interrogantes sobre los criterios y procesos internos del partido para la selección de sus representantes y deja ver que podría tratarse de actos de corrupción.
Ahí esta también el caso de Jorge Antonio Rodríguez Medrano en Guanajuato, un presentador de noticias que enfrenta demandas judiciales y ha sido severamente criticado por su falta de ética y presuntos actos de corrupción.
Estas «fichitas», como coloquialmente se les ha denominado, no solo reflejan una aparente falta de escrutinio y selección rigurosa por parte del partido, sino que también podrían interpretarse como una señal de corrupción interna; desde la venta de candidaturas o hasta la elección completa para diferentes alcaldías.
¿Por qué rayos del Necaxa no llegaron los candidatos mejor posicionados? ¿Por qué morena se decidió por personajes mal evaluados y con acusaciones tan serias como corrupción? Sea como sea, se deja ver que se trató más de pesos y centavos que de representación ciudadana.
La repercusión de tales decisiones no será menor. León, Silao y Guanajuato no solo son ciudades cruciales dentro del corredor industrial de la región, sino que también representan importantes bastiones electorales cuya influencia puede ser determinante en los resultados a nivel estatal.
La apuesta por candidatos polémicos, con historiales de controversias legales y de gestión, podría alejar a los votantes en lugar de atraerlos, especialmente en un momento donde la población demanda mayor transparencia, integridad y eficacia en la gestión pública.
Morena, como partido en el poder y con aspiraciones de consolidar su proyecto político a nivel nacional, enfrenta el desafío de demostrar que es capaz de renovarse y aprender de sus errores, pero en Guanajuato parece demostrar lo contrario. Torpeza tras torpeza, error tras error. ¿Habrá algún responsable o será la famosa Comisión Nacional que no tiene rostro?
La elección de candidatos controversiales en Guanajuato, podría ser vista como una señal de que el partido de la esperanza, ha subestimado la importancia de la percepción pública y la integridad en la política.
Si Morena no reacciona adecuadamente, (le restan sólo algunas horas) no solo está en riesgo su desempeño en las próximas elecciones en Guanajuato, sino también su credibilidad como fuerza política capaz de liderar el cambio.
Por más discursos y mensajes que lancen, la gente los verá como un partido corrupto, al más viejo, pero viejísimo estilo del PRI.
Los directivos morenistas deben comprender que la política, después de todo, no solo se trata de ganar elecciones, sino de ganarse la confianza y el respeto de la ciudadanía a través de acciones y decisiones coherentes con los principios de justicia, transparencia y eficiencia que tanto se predican.
Morena se hunde poco a poco en la famosa Isla Azul del país.