jueves, marzo 28, 2024

Quién ganará el 1 de julio? Lo que dicen y lo que no dicen los números

El próximo domingo se llevará a cabo la elección más numerosa de la historia de México.
La Lista Nominal de Electores está integrada por 89.3 millones de posibles votantes y, con base en la tendencia histórica, los expertos esperan que aproximadamente 65% de ellos emitan su voto.
Hasta ahora, no ha habido ninguna encuesta seria que no ponga a Andrés Manuel López Obrador en primer lugar de las preferencias en intención de voto.
Las diferencias se encuentran en el nivel de preferencia registrada, pues unas lo ubican ya por arriba de los 50 puntos porcentuales y otras lo colocan en los umbrales del 40 por ciento.
En el conjunto de las encuestas publicadas, el promedio de diferencia entre el primer y el segundo lugar es de entre 15 y 20 puntos porcentuales, lo cual, en números absolutos implica una suma de entre 8.7 millones y 11.6 millones de votos.
Y es que si, efectivamente, se cumple el pronóstico de una votación de 65%, eso daría una suma aproximada de 58 millones de votos en disputa, por lo que cada punto porcentual representa a 580 mil posibles votos.
Hay más de 90% de probabilidades de que López Obrador obtenga el triunfo.
¿Está todo resuelto entonces? ¿Es un hecho que Andrés Manuel López Obrador será el próximo presidente de México? ¿O todavía debemos esperar como probabilidad real que ocurra algo distinto?
Al respecto, lo que hoy nos dicen los números es que hay más de 90% de probabilidades de que López Obrador obtenga el triunfo. En efecto, en el ejercicio del lunes 25 de junio, la «Encuesta de encuestas» de Gerencia del Poder (GPPolls), estimó por arriba de 99% la probabilidad de que gane, utilizando como base el resultado de 52 encuestas publicadas.
En esas encuestas, López Obrador tiene un promedio de 48% de intención de voto; Ricardo Anaya, de 27%, y José Antonio Meade, de 23%. Si esos números se confirmasen el próximo domingo, López Obrador obtendría una cifra cercana a 27.8 millones de votos, Anaya una cifra cercana a 15.66 millones y Meade una cifra de alrededor de 13.34 millones.
Esas cifras deben verse, sin embargo, con cuidado. En primer lugar, en las últimas encuestas publicadas al momento de escribir esto (Parametría, GEA-ISA y Mitofsky), Anaya y Meade estarían en empate técnico en segundo lugar, luego de una trayectoria de crecimiento de Meade en los últimos dos meses y de estancamiento de Anaya.
La segunda cuestión que debe considerarse es el desempeño no solo de los candidatos en la campaña, sino el desempeño de sus estructuras partidistas el día de la jornada electoral.
En esa lógica, debe ponerse atención a dos cuestiones centrales; ¿qué capacidad efectiva tendrán el próximo domingo de tener representantes en 100% de las casillas, y qué capacidad efectiva tendrán para movilizar (de manera legal) el voto?
En ese rubro el que al parecer tiene un severo problema es Ricardo Anaya. A pesar de su alianza con el PRD y con MC, hay franjas del país en las que no cuentan con estructuras sólidas, lo que hace pensar en que será el candidato que más dificultades tendrá para alcanzar la cobertura total de las casillas.
Por su lado, tanto Meade (con el apoyo de Nueva Alianza y el Partido Verde), como AMLO y su alianza con el PT y el PES, parece que tienen librada esa aduana.
Un tercer factor es el de los gobiernos estatales; ¿quién juega con quién? Por ejemplo, en Puebla, ¿el actual gobernador, quien tiene pacto con Moreno Valle, operará a favor de Anaya?
En Michoacán, Silvano Aureoles ya dijo abiertamente que apoyará a Meade; mientras qué hay gobernadores que más que sumar, pueden restarle a sus candidatos, como es el caso de Graco Ramírez en Morelos, en relación con Anaya.
Si se compara a Meade frente a Anaya, la estructura operativa que apoya al primero es mucho más sólida que la del segundo.
Finalmente, un cuarto factor es el de los candidatos y candidatas a gobernador y jefe de Gobierno en las nueve entidades en las que se elegirá a los ejecutivos estatales.
¿Ricardo Sheffield en Guanajuato realmente le aporta a AMLO, o más bien se beneficia de su candidatura? ¿Roberto Albores, candidato del PRI en Chiapas, le aporta votos a Meade, o le resta? ¿Víctor Caballero, candidato de la Alianza Por Morelos Al Frente, o Alejandra Barrales, en la Ciudad de México, le suman o le restan a Anaya?
La operación del día de la jornada electoral requiere recursos, capacidad operativa y organizativa, experiencia y conocimiento territorial y capacidad de liderazgo.
A mi juicio, si se compara a Meade frente a Anaya, la estructura operativa que apoya al primero es mucho más sólida que la del segundo. Con base en eso, y en las últimas encuestas, habría que considerar a Meade en segundo lugar en este momento.
Respecto a Meade y López Obrador, la cuestión es si, faltando una semana, y de ser acertadas las encuestas, le alcanzaría para «levantar» los 8.7 millones de votos que, como mínimo, el candidato de Morena le llevaría en este momento de ventaja.
Un poeta alguna vez escribió: «lanzar los dados no elimina jamás al azar». Así que, si la intención de voto se traduce en votos efectivos el día de la elección, no hay vuelta de hoja; lo demás es azar, y entra por lo tanto en el terreno de la especulación. Y eso es poco serio en el análisis político.
El domingo estarán despejadas todas las dudas.

Últimas Noticias