Un teólogo y un experto en inteligencia artificial, crearon un «Jesús IA» y respondió varias dudas de devotos en la Capilla de San Pedro… en Suiza. Durante dos meses, un avatar virtual de Jesucristo respondió preguntas de los visitantes.
La iniciativa permitió que los participantes ingresaran a un confesionario para interactuar con una pantalla. Una luz verde indicaba cuándo podían hablar, y una roja aparecía al recibir la respuesta.
El sistema utilizó GPT-4 de OpenAI para generar las respuestas, Whisper para procesar el habla y Heygen para simular la voz e imagen de una figura parecida a Jesús.
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Unas 900 interacciones se registraron durante el experimento. Los visitantes plantearon temas como el amor, la vida después de la muerte, la guerra, el sufrimiento, la sexualidad y la existencia de Dios.
Personas de diferentes religiones y culturas participaron, incluidos cristianos, ateos, musulmanes y budistas. Las conversaciones se realizaron en varios idiomas, como alemán, inglés, francés, español e italiano.
Philipp Haslbauer, encargado técnico del proyecto, explicó que no se aplicaron restricciones adicionales, confiando en la capacidad de GPT-4 para manejar temas complejos y delicados.
Marco Schmid, teólogo y líder del proyecto, aclaró que el avatar no sustituye la confesión sacramental ni ofrece absoluciones. La intención era invitar a reflexionar sobre lo divino y lo digital.
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De los participantes, 300 completaron un cuestionario que ayudó a evaluar la experiencia. Muchos se mostraron satisfechos, aunque algunos expertos advirtieron sobre los riesgos de desconectar la espiritualidad humana.
El proyecto concluyó como un ejercicio temporal. Sus responsables evaluarán futuras aplicaciones, ante el interés mostrado por instituciones religiosas y educativas que quieren replicar esta tecnología.