En medio de la vorágine electoral que azota nuestras calles, es inevitable detenerse a reflexionar sobre el desfile interminable de candidatos y candidatas que buscan el favor de los ciudadanos de Silao.
Resulta sumamente desalentador observar cómo estos aspirantes se desdoblan en promesas grandilocuentes y gestos de cercanía, mientras su desempeño previo y su verdadero compromiso con la comunidad dejan mucho que desear.
Por ejemplo: La candidata del PAN-PRI-PRD en Silao, Melanie Murillo, se presentó ayer ante los silaoenses para prometer que ahora sí va hasta barrer la calle, con tal de conseguir el voto del ciudadano.
Nunca lo hizo como diputada y ahora sí quiere convencer con acciones de apariencia con tal de ganar la elección del próximo 2 de junio. Poquita vergüenza debería de tener la aspirante.
Justo esa arrogancia lastimosa, es la que ha provocado que la candidata no atienda a sus compañeros de su propio partido y los orille a una increíble división que, interesadamente, se van con el estilo de chapulines oportunistas con morena.
Para todo los silaoenses, es una triste realidad que, año tras año, los mismos rostros desfilen ante nosotros, prometiendo cambios y mejoras que nunca terminan de materializarse. Sus discursos están plagados de palabras vacías, desprovistas de autenticidad y empatía genuina hacia los problemas reales que enfrentan los habitantes de nuestra ciudad.
¿Cómo el candidato de morena, léase el alcalde con licencia Carlos García, prometerá limpieza en Silao si él mismo la ha provocado? ¿Cómo la aspirante de la alianza Fuerza y Corazón por Silao, Melanie Murillo, promete sacar la basura, si prefiere vivir en León que en el terruño?
Resulta especialmente descorazonador observar cómo aquellos que han tenido la oportunidad de representar a la ciudadanía en el pasado, han dejado un legado de decepción y desidia. ¿Cómo es posible que aquellos que han sido elegidos para velar por el bienestar de todos, hayan contribuido más a deprimirnos?
Es hora de exigir responsabilidad y rendición de cuentas a quienes buscan ocupar cargos de representación. No podemos permitirnos seguir cayendo en la trampa de la retórica vacía y las promesas incumplidas.
No podemos seguir siendo cómplices de un sistema político que permite la perpetuación de aquellos que solo buscan su beneficio personal, ignorando las verdaderas demandas de la ciudadanía. Es hora de exigir un cambio real, de levantar la voz y hacer valer nuestro poder como electores.
Resulta indignante ver cómo los mismos candidatos que han defraudado nuestra confianza en el pasado se atreven a volver a buscar nuestro voto, como si tuvieran derecho a otra oportunidad para decepcionarnos una vez más. ¡Patético!!!
Es momento de despertar como ciudadanos conscientes y exigir un cambio verdadero.
No permitamos que aquellos que nos han defraudado en el pasado sigan ocupando posiciones de poder. Hagamos valer nuestro voto y elijamos a candidatos comprometidos con el bienestar real de Silao y sus habitantes.
