Al menos 26 civiles murieron como resultado de los recientes ataques aéreos de India, según confirmó el gobierno de Pakistán. En respuesta, Islamabad autorizó a sus Fuerzas Armadas a actuar en “defensa propia”, incluyendo la posibilidad de lanzar acciones militares correspondientes contra su vecino.
El gobierno indio justificó su ofensiva bajo la llamada “Operación Sindoor”, alegando que el objetivo fueron infraestructuras terroristas localizadas tanto en territorio pakistaní como en la Cachemira administrada por Pakistán. No obstante, India aseguró que no atacó instalaciones militares, minimizando así el riesgo de una guerra abierta.
La tensión histórica entre India y Pakistán se reavivó el pasado martes 22 de abril, luego de un ataque terrorista en Cachemira que dejó también 26 víctimas mortales. Nueva Delhi responsabilizó directamente a Pakistán, mientras que Islamabad negó cualquier implicación y advirtió que respondería si India cruzaba la línea militar.
Desde entonces, ambas potencias nucleares han denunciado múltiples violaciones al acuerdo de alto al fuego, lo que genera preocupación internacional sobre una posible escalada en la región.
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La comunidad internacional ha reaccionado con preocupación. El presidente Donald Trump calificó de “vergüenza” la ofensiva india, mientras que el secretario de Estado de EU, Marco Rubio, llamó al diálogo directo entre ambos países para evitar una crisis mayor.
Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, manifestó su “profunda preocupación por las operaciones militares de India a través de la Línea de Control”, instando a ambas partes a buscar soluciones diplomáticas.
La actual escalada se produce poco después de que más de dos docenas de turistas fueran masacrados por hombres armados en la Cachemira controlada por India, un ataque que Nueva Delhi volvió a atribuir a Pakistán, aunque este último rechazó las acusaciones.
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El conflicto por Cachemira es una de las disputas más antiguas del sur de Asia. India, de mayoría hindú, y Pakistán, de mayoría musulmana, controlan cada uno partes de la región, pero la reclaman en su totalidad. Han librado tres guerras desde su independencia, siendo Cachemira el foco principal de todas ellas.