jueves, marzo 28, 2024

Lumbre Brava

*Acoso tricolor

El súper asesor del PRI en el Congreso del Estado, José Luis “El Monstruo” Hernández Rivera, deberá estar atento a lo que pueda hacer la ex candidata a diputada federal del PRI, Brenda de la Mora, ahora que se ventiló entre priistas la denuncia que ésta externó en su contra por un presunto acoso sexual.

Durante una plática interna de los tricolores, en una gira del futuro dirigente priista  Alejandro Moreno, De la Mora se dijo muy decidida a exhibir públicamente el acoso del que presuntamente fue víctima por parte del funcionario, sobre todo porque no quiere que nadie más se enfrentara a semejante violencia.

Aunque ahora que se ha buscado a la priista hasta por debajo de las piedras, ésta ha optado por mantener un tan discreto perfil que por ahora es un misterio si ratificará su dicho y se llegará hasta las últimas consecuencias o no.

Aunque en este tema se sabe que hasta el diputado José Huerta Aboytes salió a relucir, pues Brenda lo acusó de coludirse o proteger a su asesor.

Este fue un tema que afloró durante la visita de “Alito”,  la que por cierto logró levantar en algo el muy desinflado ánimo entre los tricolores guanajuatenses que no han visto la suya en mucho tiempo.

Tan así que desde la casa del diputado Hugo Valera, en cónclave acordaron “revivir” el tricolor a fin de empezar las posibles negociaciones con Morena…no, perdón, con la militancia, pues ya se acerca el 2021 y sus elecciones intermedias.

Habrá a quiénes les suene bastante descabellado después de los descalabros que ha sufrido el PRI en Guanajuato –y a nivel nacional-, de los que se ve muy complicado que se recupere. Pero de otros fracasos similares se ha levantado el partido y en esto de la política a la mexicana, todo puede suceder.

Por cierto, ahí en la reunión se decidió que el ex alcalde, Edgar Castro, fuera el representante de Alejandro Moreno con todos los municipios, o al menos, donde sobreviven los priistas o los pocos tricolores que aún quedan dentro de la nómina oficial.

*El Alzheimer ataca a la vocera de seguridad

La Comisionada de análisis estratégico en seguridad del gobierno del estado, o para más señas y como es más conocida públicamente, la vocera de seguridad Sophía Huett López, sufrió un tremendo ataque de amnesia o un apunte de Alzheimer en la semana que transcurrió.

Resulta que, a propósito de la reforma al Código penal que acaba de ser aprobada en el Poder Legislativo para definir y castigar el delito de pedir u obtener información sobre seguridad para facilitar o cometer un crimen (entiéndase como “halconeo”),  la vocera juró y perjuró ante reporteros  que en las fuerzas estatales no hay elementos que lleven y traigan información a los malandros.

Nada más que ahí sí se resbaló feo la vocera, porque  se le olvida que hace un par de años, cuatro uniformados de las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado fueron detenidos cuando llegaron al cuartel general de la corporación y puestos a disposición de la entonces Procuraduría de justicia y actual Fiscalía, que los acusó de  facilitar información a grupos delictivos. Esto ocurrió también con un par de agentes ministeriales.

Aunque algunos de ellos lograron salir libres porque demostraron que no había elementos para sustentar las acusaciones, hubo quienes no la libraron. Pero de que fueron acusados y públicamente de lo que ahora se llamará “halconeo”, ni duda cabe.

Como siempre, Sophía Huett salió a defender a capa y espada a los de FSPE, pero se le olvida que en todos lados se cuecen habas.

Habrá también qué refrescarle la memoria a la vocera y recordarle que entre los mensajes de WhatsApp de dos elementos que fueron asesinados el año pasado se encontraron mensajes  en los que «ponían» a sus compañeros; es decir, daban información a criminales sobre las actividades de sus colegas de corporación.

¿Así o más claro?

*Cuidan los centavos y no cobran los pesos

Qué bueno que el director de desarrollo urbano, Juan Carlos Delgado Zárate, ha conseguido recuperar dos millones de pesos como pago de las casetas que tienen las empresas telefónicas a lo largo y ancho de la capital.

Sin duda, los bajos precios por el uso de la vía pública para la instalación de dichas casetas permitió que las compañías se pusieran a hacer cuentas y solventaran la deuda que, curiosamente, en otros años nadie les cobraba.

La verdad, por la cantidad que pagaron fue como quitarle un pelo al gato, tomando en cuenta el tamaño de las empresas y los muchísimos ceros de las cantidades que ingresan a cada minuto por los usuarios que tienen.

Pero mientras presumen semejante hazaña, las autoridades municipales de la Capital guardan un conveniente silencio y nada dicen sobre cómo va el asunto de Telecable (o Cablevisión regional, como se quiera llamar fiscalmente), empresa que transmite TV Guanajuato, cuyo dueño enfrentó a la autoridad municipal para que lo volvieran a “conectar”, pese a los millones de pesos que se adeudan y que la cablera se niega a pagar.

Todo parece indicar que la mano del alcalde Alejandro Navarro y del secretario, Héctor Corona, tiemblan mucho cuando se habla de TV8 y la archi millonaria deuda de la cablera, porque ni uno ni el otro se atreven siquiera a levantarla en contra del “Pastelero” o para aplicar la ley y desconectar a la empresa que les ha visto la cara y en su cara sigue cobrando miles a los usuarios, sin poner un solo peso para cumplir con su obligación con las arcas municipales.

Lo cierto es que ambos funcionario se han declarado amigos del dueño de la televisora y, por las evidencias, no hay para cuándo pueda liquidarse esa deuda. Navarro y su secretario han de querer y creer que esta historia terminará como aquélla de las Momias viajeras prestadas al dizque promotor Manuel Berlín, quien explotó los cuerpos momificados, los paseo por Estados Unidos y hasta ahora,  no ha pagado un centavo partido por la mitad de lo que tenía que entregar al Municipio por su utilización.

¿O será que ya hubo ‘arreglo extrajudicial’ y no lo sabemos?

*Los malos modos de Luis Alberto Villarreal

El villano del mes de julio ha sido, sin duda alguna, el alcalde de San Miguel de Allende Luis Alberto Villarreal García, panista de muy malos antecedentes en la Cámara federal, de donde salió muy desprestigiado entre escándalos por las denuncias en su contra por cobros de ‘moches’ y la contratación de bailarinas exóticas para una fiestecita que organizó con otros compañeros suyos de la banca de Acción Nacional en un encuentro de congresistas del blanquiazul en Puerto Vallarta.

Como presidente municipal de San Miguel de Allende por segunda ocasión –donde entró como candidato metido con calzador luego de que su hermano Ricardo cambió la reelección por la diputación federal-, Luis Alberto se ha dedicado más bien a lo suyo, a lo que sabe hacer mejor: viajar mucho y gobernar poco.

Quizás por eso no se ocupó de ponerle mucho empeño a la designación de los mandos de seguridad pública en su administración, sin tomar en cuenta el contexto estatal y nacional…o, como dicen las malas lenguas, precisamente a propósito por este mismo contexto.

Con el general Rolando Eddy Hidalgo importado de Querétaro (antes estuvo en Aguascalientes) al frente de Seguridad Pública, la estrategia municipal en el tema en realidad languidece pues el veterano militar en retiro, según las quejas de los policías, apenas y se asoma en horarios de oficina y parece que ya no tiene mucho entusiasmo y energías para coordinar a una corporación.

Ahora que San Miguel es escenario de homicidio tras homicidio, y justo después de haber comprado…digo, de haber recibido el nombramiento como la mejor ciudad para vivir (en dólares) por una revista en Nueva York, Villarreal mostró signos de desesperación ante la inconformidad manifiesta de elementos preventivos por el desastre de sus mandos y rompió el hilo por lo más delgado: le echó la culpa a periodistas y se fue contra dos reporteras, a las que reclamó en vivo y a todo color ser casi casi las causantes de la criminalidad y echarles porras a los malandros.

En una actitud misógina y violenta, el alcalde se puso de frente a las reporteras Antonieta Herrera y Ana Luz Solís durante las transmisiones que cada una hacían para sus medios, les dijo que ayudaban a los criminales con la información que estaban sacando y a una de ellas hasta le quitó el celular por un instante.

Después todavía se quiso justificar en redes sociales diciendo que hizo lo correcto, nada más que no contaba con la reacción de decenas de usuarias y usuarios de las mismas redes que habían visto los videos y que reprocharon con todos los tonos y en todos los colores posibles la actitud de Villarreal hacia las reporteras.

Ya hay una denuncia penal en contra del alcalde, y se sabe que esta historia no termina todavía.

Que no se confíe el alcalde de los ‘moches’.

 

 

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