La participación del Papa Francisco en los principales ritos de la Semana Santa 2025 continúa siendo incierta. Por el momento, el Pontífice ha delegado en tres cardenales la celebración de las misas del Jueves y Viernes Santo, así como la presidencia del tradicional Vía Crucis en el Coliseo, aunque este último contará con meditaciones escritas por el propio Papa, de acuerdo con lo publicado por el diario Vatican News.
El líder de la Iglesia Católica, de 88 años, sigue mostrando mejorías en su salud, especialmente en lo relacionado con la movilidad, la respiración y la voz. Así se evidenció el pasado Domingo de Ramos, cuando apareció brevemente en la plaza de San Pedro para desear una “buena Semana Santa”, informó este martes la oficina de prensa del Vaticano.
Durante esa aparición, el Pontífice se mostró sin las cánulas nasales utilizadas para recibir oxígeno, lo que indica que necesita cada vez menos apoyo respiratorio. A pesar de su estado de salud, el Papa continúa recibiendo a altos funcionarios del Vaticano, como ocurrió el lunes con el cardenal Marcelo Semeraro, prefecto de la Causa de los Santos, quien presentó los decretos de beatificación y canonización para su firma.
También lee: Estados Unidos impone arancel de 20.91% al jitomate mexicano a partir de julio
El Vaticano aún no ha confirmado oficialmente si el Papa presidirá alguno de los eventos litúrgicos de la Semana Santa. Para la Misa del Crisma ha delegado en el cardenal italiano Domenico Calcagno, mientras que la misa del Viernes Santo será oficiada por el prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales, Claudio Gugeroti.
El Vía Crucis del Coliseo, uno de los momentos más emblemáticos de la Semana Santa en Roma, será dirigido por el cardenal Baldassare Reina, vicario para la diócesis de Roma. Sin embargo, los textos de las meditaciones han sido redactados por el propio Papa Francisco, manteniendo así su presencia espiritual en el acto.
Sigue también las noticias en TikTok
La Santa Sede anunciará en los próximos días a los cardenales que celebrarán los ritos del Sábado Santo y la Misa de Resurrección del Domingo. También permanece en duda si el Papa podrá impartir la tradicional bendición ‘Urbi et Orbi’, que se realiza desde el balcón central de la basílica de San Pedro.
