La destitución de Karina Chagoya Rodríguez del Ayuntamiento de Silao representa mucho más que un simple reacomodo administrativo. La decisión lleva un claro mensaje político.
En una votación secreta, con once votos a favor y uno en contra, el Ayuntamiento decidió remover a la secretaria por “pérdida de confianza”. Pero detrás hay una historia más profunda.
Chagoya no era una funcionaria cualquiera. Era la cara visible de un grupo opositor dentro del mismo PAN, liderado por el regidor Alejandro Peña Gallo, su exjefe de campaña.
Peña, ex candidato a la alcaldía, fue el único que defendió a su compañera de grupo, consciente de lo que significa perder una figura con aspiraciones naturales a la presidencia.
Y es que en Silao existe la costumbre: las o los secretarios del Ayuntamiento suelen ser los próximos candidatos a alcaldes. Eso quizás incomodó a alguien del Ayuntamiento y tomó las medidas pertinentes.
Alguien, con la mira puesta en mantener el control del PAN, tomó la decisión de cortarle camino a una posible rival. El motivo: la desconfianza y el bloqueo institucional.
Y es que varios regidores se habían quejado de Chagoya. Acusaban a Karina de omitir información sobre sesiones, comisiones y acuerdos. El respaldo a su salida no fue improvisado, sino construido desde tiempo atrás.
José Juan Contreras fue designado como encargado del despacho. Mientras tanto, Chagoya se va con heridas políticas, pero también con base social que podría buscar venganza en 2027.
Detrás de la decisión también aparece el nombre de “Jhony” Tovar, esposo de Melanie y figura en ascenso en la política silaoense. Su grupo comienza a consolidarse, por no decir su aspiración.
Con la salida de Karina, el bloque de Melanie y Jhony avanza con paso firme dentro del PAN. El objetivo es claro: llegar sin fracturas a la siguiente elección.
El poder requiere disciplina interna. Y por eso se entiende la estrategia de remover piezas que no estén alineadas al proyecto. Silao se convierte en campo de batallas internas en la inmensidad de la isla azul
Lo interesante es que Melanie aún tiene asuntos pendientes: la feria, la obra pública, el grave problema de la basura y el uso de recursos que podrían perderse por falta de ejecución a tiempo.
Aunque el Secretario de Gobierno, Jorge Lona, ha servido como mediador en esta etapa con el bloque opositor morenista, la tensión en el PAN local ahora crece y las heridas están abiertas, y eso que el proceso apenas comienza.
El reto para el dueto es mayor. La inseguridad, la basura y la gestión aún pesan en la opinión pública.
En Silao, la política nunca duerme. Y en el PAN, las piezas siguen moviéndose. La pregunta es: ¿quién será el siguiente en caer o en consolidarse en el tablero? Hasta ahora el grupo de Gallo pierde y por lo visto, seguirá perdiendo.