Guanajuato.Gto. Con aplausos y los ojos desbordantes de lágrimas, familiares y amigos despidieron a Jesús Emmanuel Navarro, quien murió durante el sismo que sacudió la Ciudad de México.
Jesús tenía 33 años y desde hace cinco vivía en la capital del país, donde trabajaba como consultor en un complejo de oficinas en la calle Alvaro Obregón 286, de la colonia Roma.
Fue en este lugar donde Jesús quedó atrapado al colapsar el edificio, despues de que el pasado miercoles al mediodia un sismo de 7.1 grados sacudió la Ciudad de México, Puebla, Morelos y Oaxaca.
Al saber que Jesús se encontraba dentro del edificio al momento del desastre, su familia viajó a la capital en busca de información.
El miércoles 30 de septiembre los parientes fueron informados que Jesús aún estaba vivo pero atrapado. Sin embargo, fue en la noche de ese mismo que el cuerpo del joven fue rescatado, y no fue hasta el viernes por la mañana que la familia fue notificada de que el cuerpo de Jesús estaba en el SEMEFO.
Hoy, familiares, amigos y conocidos velaron a Jesús en las capillas del DIF y posteriormente celebraron una misa de cuerpo presente en el Oratorio de San Felipe Neri (La Compañía) a la que asistieron más de un centenar de seres queridos a honrar la memoria de Jesús Emmanuel.
Entre lágrimas llevaron su féretro a dar un último recorrido por el interior de la iglesia, ya que Jesús formaba parte de la hermandad de cargadores en el oratorio. En el rostro de sus padres se veía la tristeza pero también la certeza de saber dónde estaba su hijo.
El cuerpo de Jesús será incinerado para ser colocado en una cripta junto a la urna de su perro, quien falleció hace dos años, pero que Jesús quiso incinerar.
Su fallecimiento llenó de tristeza a cientos de ciudadanos de Guanajuato Capital, quienes al saber que Jesús se encontraba atrapado entre los escombros del edificio se unieron a la pena de su familia.
Hiram, su hermano, agradeció a los presentes su apoyo durante los difíciles días que pasaron durante la tragedia, en la que Jesús perdió la vida.
